¿A qué se han debido los bajos tipos de interés?

Me piden que ilustre con «datos» que lo que estamos viviendo de 2009 a acá es una caída de la demanda de crédito y no una restricción de la oferta. Veamos, el tipo de interés en los mercados crediticios es el tipo al que todo el mundo que quiere pedir prestado puede hacerlo y el tipo al que todo el mundo que quiere prestar puede hacerlo. Por supuesto, no hay un único tipo de interés, sino diversos tipos de interés en función del plazo y del riesgo del préstamo.
Si lo que tuviéramos es una restricción de la oferta de crédito mucho mayor que la caída de la demanda, entonces los tipos de interés subirían (la oferta cae más que la demanda, ergo los tipos suben). Los hay que argumentan que los tipos se mantienen bajos porque no son realmente tipos de mercado: dado que los agentes económicos no pueden discriminar adecuadamente entre riesgos, mantienen tipos bajos pero no prestan a nadie. En realidad no es un comportamiento muy lógico, pero en cualquier caso de ser cierto debería ir de la mano con otro fenómeno: que los tipos de interés de los préstamos más arriesgados aumentaran.
Veamos, sin embargo, qué ha pasado con los tipos de interés:
Hipotecas a 30 años

Bonos empresariales a 30 años de alta calidad

Tipo bancario de referencia

Papel comercial a 3 meses

Bonos empresariales a 30 años de calidad media

En definitiva, a partir del colapso de la demanda de crédito de mediados de 2008 (quiebra de Lehman Brothers) todos los tipos de interés del crédito privado se desmoronan, con independencia del grado de riesgo. Simplemente no hay demanda de nuevo crédito, como mucho lo hay por refinanciar el crédito existente; con una diferencia importante: lo que antes del crash de Lehman eran «buenos» riesgos, ahora son «malos» riesgos, esto es, los deudores han «caído» de categoría y pueden verse forzados a pagar tipos más altos que cuando estaban considerados buenos riesgos.
Los habrá que opinarán que la caída de tipos se debe a la expansión crediticia de la Fed (los famosos Quantitative Easing). No me cabe duda de que su influencia habrán tenido, pero lo decisivo han sido los cambios en la demanda. Miren si no qué sucede con los tipos de interés del único agente que no ha visto reducir su demanda de crédito, sino que la ha ampliado mi significativamente: el Estado.
Tipos de interés de la deuda pública estadounidense a 10, 20 y 30 años



En medio del desplome generalizado de los tipos de interés de la deuda privada, los de la deuda pública a más largo plazo se han mantenido más o menos constantes, señal de que la demanda de crédito en el sector público, por desgracia, no ha aflojado.
No deberíamos olvidar nunca que el tipo de interés está, sobre todo, determinado por factores reales, en concreto la preferencia temporal y la aversión al riesgo, más allá de las manipulaciones que a corto o medio plazo pueda verse sometido. En medio de una crisis caracterizada por la liquidación de malas inversiones, es perfectamente lógico que se reduzcan los deseos por controlar bienes presentes a costa de prometer grandes cantidades de unos ilusorios bienes futuros. Es decir, que si amortizamos nuestra deuda y hay una renuencia generalizada a incrementar todavía más nuestros pasivos lo normal es que los tipos de interés caigan.

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