Leyendo a Minsky, me encuentro con que Robert Clower ha expuesto la posición básica de Keynes con respecto al dinero de manera bastante clara y sintética. Dice Clower:
La característica peculiar de una economía monetaria es que a algunas mercancías (en el actual contexto, todas salvo una) se les niega su papel como medio de pago presente o potencial. Para expresar la misma idea con un aforismo: «el dinero compra mercancías, las mercancías compran dinero, pero las mercancías no compran mercancías».
El error fundamental detrás de esta proposición es que las mercancías sí compran mercancías y lo hacen a través del sistema crediticio. De hecho, no es infrecuente que mercancías futuras compren mercancías presentes. Cuando utilizamos el crédito como medio de pago (letras de cambio, pagarés, billetes de banco, depósitos bancarios…), lo que estamos haciendo es dando circulación a ciertas mercancías presentes o futuras para adquirir otras mercancías presentes (bienes de consumo) o futuras (bienes de capital). Es más, los problemas fundamentales del capitalismo vendrán, fundamentalmente, de la excesiva laxitud con la que las mercancías futuras e inciertas se emplean como medio de pago presente sin que alguien haya optado por asumir el riesgo de poder renunciar a su consumo: esto es, por la excesiva laxitud del crédito. Por eso, siempre insisto en que la única creación sostenible y no distorsionadora de medios de pago financieros ha de proceder de créditos autoliquidables (es lo que se conoce como Doctrina de las Letras Reales). Por cierto, no vale decir que las deudas se pueden utilizar como medio de pago pero que, al final, las deudas tienen que saldarse en dinero y, por tanto, la escasez de dinero seguirá siendo dramática: las deudas empleadas como medio de pago pueden (y de hecho suelen en un 99% de los casos) saldarse por compensación (por ejemplo, en las cámaras de compensación interbancarias).
Afortundamente, Minsky, postkeynesiano más instruido en materia financiera, detecta rápidamente el error de Clower (extensible a muchos economistas actuales):
El aforismo de Clower obvia la característica distintiva del papel del dinero en una economía capitalista. En un mundo donde los pasivos privados se utilizan para adquirir el control o la propiedad de los activos, son estos pasivos financieros lo que «compra» los bienes de capital. El tenedor de un depósito bancario está indirectamente financiando alguna posición en bienes de capital.
Uno de los errores que cometió Keynes fue el de atribuir un hundimiento de la demanda agregada a un súbito aumento del atesoramiento, cuando por lo general se deberá a una destrucción de medios de pago basados en créditos impagables (impagables como consecuencia de los errores acumulados en las decisiones de producción y de financiación tomadas por los agentes hasta el momento). Si lo hubiese hecho, el debate entre alternativas habría sido más sencillo: o minimizar los impagos (con mayor ahorro) o sustituir los pasivos impagados por nuevas deudas de mala calidad (política monetaria expansiva combinada con política fiscal para generar nuevas malas deudas que actúen a modo de medio de pago). Es decir, entre reajustar los patrones de producción y financiación para avanzar hacia una división del trabajo o del capital más armónica y entre seguir cebando las burbujas hasta el devastador pinchazo final.