No se si os habéis fijado que dentro del keynesianismo se da una dinámica perversa que durante estos días se vuelve a repetir:
- Si la economía no crece, gasta (lo que se pidió y se logró para EEUU y Europa en 2009)
- Una vez el gasto haya inflado tanto tu deuda y tan poco tu crecimiento como para no poder financiarte, monetiza tu deuda (lo que se pidió y en parte se logró para EEUU y Europa a partir de 2010)
- Y una vez la monetización de tu deuda sea tan amplia que sólo puedas continuar con ella mediante una muy elevada inflación, elige: o impagas tu deuda con inflación o mediante repudio (lo que se pide para Islandia, Grecia y en parte para EEUU y Europa: un desapalancamiento con inflación).
La gracioso del caso es que siempre se nos presenta cada opción como la óptima y la necesaria para salir del pozo. «Cuando las economías están poco endeudadas, obviamente lo óptimo es endeudarse y gastar para impulsar el crecimiento presente»; «cuando las economías ya no pueden atender sus pasivos porque las deudas previas no han impulsado la recuperación, obviamente lo óptimo es impagar para no lastrar el crecimiento futuro».
Lo dicho: unos trileros que intentan defraudar a los ahorradores.